Actualmente en el mercado puedes encontrar miles de cosméticos para el cuidado de tu piel, pero debes ser cuidadosa a la hora de escoger uno. Del mismo modo que miras las etiquetas de los ingredientes de los alimentos, deberías mirar los ingredientes de los productos cosméticos, ya que no solemos cuestionarnos el impacto que pueden tener en nuestra piel y en nuestro organismo.
El listado de ingredientes que lleva un producto cosmético se denomina INCI (International Nomenclature Cosmetic Ingredient). Los ingredientes se encuentran ordenados de mayor a menor concentración. El INCI te puede ayudar a escoger el producto más adecuado para tí ya que te permitirá conocer los ingredientes, el porcentaje de los mismos, y comparar entre varios productos.
Debes tener en cuenta que si los ingredientes de un producto son buenos pero éstos se encuentran en bajas concentraciones, no obtendrás el efecto deseado. Si el producto se vende, por ejemplo, como «rico en ácido hialurónico« pero en el etiquetado observas que el ácido hialurónico aparece al final del listado INCI, significa que el porcentaje contenido es muy bajo y ese ingrediente «reclamo» no está casi presente en su composición. También puede darse el caso que en un producto ponga «100% natural» o «0%» pero al leer bien su INCI compruebes que esto no es del todo cierto ya que, a pesar de no llevar parabenos, se utilizan, por ejemplo, alternativas igualmente nocivas para la salud.
Un producto cosmético (ya sea convencional o ecológico) está formado por 3 categorías de ingredientes:
- Los principios activos, que son sustancias que poseen una acción sobre la piel (hidratar, calmar, nutrir, reafirmar, despigmentar, exfoliar…). Son los que tienen la función para la cual el producto ha sido creado.
- Los excipientes, que son sustancias que permiten que la piel absorba los principios activos.
- Los aditivos, que sirven para conservar, perfumar, dar color, emulsionar, estabilizar… el producto.
La cosmética convencional puede llevar entre un 7 y un 20% de principio activo, el resto son ingredientes de relleno (conservantes sintéticos, aceites minerales, perfumes…) que no sólo no aportan nada a tu piel sino que también llegan a ser nocivos. La cosmética fresca, sin embargo, no lleva ingredientes de relleno, es decir, todos los ingredientes que se encuentran en el producto están para la función de ese producto. Es por este motivo que es una cosmética tan eficaz. Cada uno de los ingredientes está ahí para la acción del producto y entre ellos también trabajan sinérgicamente para dar un resultado todavía más óptimo.
Los excipientes son imprescindibles en la fabricación de cosméticos, y éstos pueden ser sintéticos o naturales. En los cosméticos convencionales el excipiente suele estar formado por agua y aceites minerales derivados del petróleo (como la parafina o las siliconas) que al aplicártelos la piel se siente y se ve muy bien pero no te aportan ningún beneficio nutricional. Es más, estos aceites impiden que la piel respire. La OMS demostró que los aceites minerales pueden acumularse en el organismo y comprometer la salud del hígado y otros órganos. A pesar de ello, son muy utilizados porque resultan muy económicos para los fabricantes.
Los cosméticos convencionales llevan conservantes y antioxidantes sintéticos como parabenos, fenoxietanol, formaldehidos, colorantes, perfumes… Es inevitable utilizar conservantes para preservar las propiedades del producto y protegerlo de microorganismos como bacterias u hongos indeseables. Pero existen posibilidades de conservación inofensivas en la cosmética de origen vegetal.
Si quieres cuidar tu piel de una forma sana y segura tienes que conocer los principales ingredientes potencialmente tóxicos que deberías evitar. En el campo de la cosmética hay un listado de ingredientes prohibidos cuya utilización en la formulación está penado. Pero hay otros ingredientes que están permitidos y deberías evitar. Estos son algunos ingredientes sintéticos a evitar en la medida de lo posible por resultar dañinos para la salud:
Ingrediente muy común en todo tipo de desodorantes industriales, que se muestra perjudicial debido a que tapona los poros y provoca diferentes reacciones a nivel inflamatorio.
Otras formas de aluminio en cosmética: Aluminium Chloride, Aluminium Chlorhydrate, Aluminum Chlorohydrex, Aluminum Chlorohydrex PG, Aluminum Fluoride, Aluminum Sesquichlorohydrate, Aluminum, Zirconium Trichlorohydrex GLY.
Todos los colorantes, independiente de su origen, se identifican con las siglas C.I. Los colorantes naturales (numeraciones 408 o 75) y minerales (numeraciones 77) no son problemáticos. Si tienen otros números son colorantes sintéticos y no son recomendables. Los colorantes más perjudiciales son los azoicos y aquellos que contienen las terminaciones anilin o amine. Los problemas derivados del uso de estos colorantes pueden ser alergias, dermatitis, y algunos se tienen por cancerígenos.
La silicona es una sustancia que puede taponar los poros de la piel y provocar efectos oclusivos. Diferentes estudios han demostrado que el sudor ocasionado por oclusión puede provocar fuertes irritaciones en la piel, llegando en algunos casos a provocar tumores en el hígado y en los ganglios linfáticos. Siliconas como la Dimethicone o la Cyclomethicone están muy presentes en cosméticos para el cabello, actuando de manera negativa en el cuero cabelludo. Además se trata de productos no biodegradables, realmente perjudiciales para el medio ambiente.
Son sustancias químicas que alargan el tiempo de vida del producto. Resultan agresivos con la piel y pueden causar reacciones alérgicas, irritación, dermatitis y rosácea. Además, se ha demostrado que los parabenos pueden acumularse en los tejidos y pueden alterar los niveles hormonales, entre ellos de estrógeno, y dañar la salud del sistema endocrino y reproductor. Los parabenos son disruptores endocrinos y se relacionan con el cáncer de mama. El 80% de los productos de cosmética lleva parabenos como el Methylparaben, Ethylparaben, Butylparaben, Propylparaben. A menudo se hace hincapié en que no hay parabenos, pero se sustituyen por fenoxietanol (Phenoxyethanol), otro conservante que es tóxico para el sistema inmunitario y que puede provocar reacciones alérgicas.
Petrolatum, parafinas, siliconas o el aceite mineral (aceite derivado del petróleo). Hidratan pero obstruyen los poros, ya que crean una barrera grasa que no permite que la piel respire, actividad esencial para el buen funcionamiento de este órgano, provocando que no pueda eliminar correctamente las toxinas y provocando una acumulación de éstas. Los productos que hidratan la piel al tiempo que le permiten respirar son más eficaces. El grupo ambiental estadounidense Environmental Working Group’s (EWG) clasifica en el número 7 al petróleo en la escala de ingredientes nocivos, por ser un posible carcinógeno humano. Provocan la ralentización del funcionamiento normal de las células de la piel, acelerando el proceso de envejecimiento y muchos otros trastornos de la piel. También pueden generar problemas de alergias. La mayoría de los médicos prescriben derivados de este producto para tratar afecciones de la piel en invierno, e incluso recomiendan el uso en nuestros bebés y niños. Un estudio del EWG muestra que el petróleo se encuentra en el 40 por ciento de lociones y aceites para bebés. Elegir productos hechos con aceites vegetales puros y mantecas, no sólo son mejores para la piel, sino también para nuestra salud y la de nuestro planeta. Los HAP son sustancias químicas cancerígenas que se encuentran en el petróleo crudo y sus derivados. Sin embargo, al ser el petróleo relativamente barato y fácil de producir, muchos fabricantes de cosméticos optan por el uso de este ingrediente en sus productos. Y hay que pensar que el petróleo ¡no es un recurso renovable!
Se encuentran en casi cualquier tipo de producto para el cuidado personal y pueden provocar trastornos hormonales, dolores de cabeza, mareos, erupción cutánea, hiperpigmentación, tos, vómitos e irritación de la piel. En general, todos los perfumes sintéticos pueden provocar diferentes reacciones alérgicas en el organismo. En la cosmética ecológica son aceites esenciales, pero en la convencional son ftalatos, en el punto de mira de ser posibles cancerígenos. Algunas fragancias sintéticas, después de ser probadas en animales, se ha demostrado que son sustancias cancerígenas o mutagénicas.
Penetra por inhalación y puede irritar los ojos, la nariz y la garganta. Produce toxicidad reproductiva y del desarrollo. También puede provocar asma, toxicidad neurológica y conductual y toxicidad inmunológica. El formaldehido y sus derivados son sustancias que pueden provocar alergias y potenciar el envejecimiento y, según el Instituto Internacional para la Investigación del Cáncer, pueden resultar cancerígenos. El «formaldehide» lo encontraremos bajo otros nombres.
Sodium Lauryl Sulfate: el Sodium Lauryl Sulfate es una sustancia que se encuentra en una gran variedad de productos destinados a la limpieza industrial. Es alergénico y puede provocar graves consecuencias, ralentizando cualquier proceso curativo, provocando cataratas e interfiriendo directamente en el desarrollo de los ojos de los niños.
Sodium Laureth Sulfate: durante el proceso de elaboración del Sodium Laureth Sulfate es cuando aparece el compuesto Dioxan 1,4, que se muestra cancerígeno y que interfiere directamente en el equilibrio de las hormonas, reduciendo además la calidad de los espermatozoides. Es la forma alcohólica del Sodium Lauryl Sulfate. Otros tensioactivos no recomendables: Ammonium Lauryl/Laureth Sodium Methyl Cocoyl Taurate; Sodium Lauroyl /Cocoyl Sarcosinate; Potassium Coco Hydrolysed Collagen; TEA Laureth/Lauryl Sulfate; Lauryl/Cocoyl Sarcosine; Disodium Oleamide/Laureth/Diocyl Sulfosuccinate.
Por todo ello es importante leer las etiquetas de los cosméticos más detenidamente, ya que generalmente estos ingredientes se encuentran en un alto porcentaje y la piel también los absorbe, junto con los principios activos. Pero tranquila, no es necesario que te aprendas los nombres de todos estos ingredientes tóxicos. Hoy en día existen aplicaciones como Yuka, Inci Beauty o Ingred que ya te dicen si un producto es bueno para tu salud o no.
Como dato curioso, el cosmético que lleva más ingredientes poco recomendables es el maquillaje. Sin embargo, el maquillaje ecológico garantiza que la fórmula no contiene ingredientes tóxicos, que habitualmente forman parte de la composición del maquillaje convencional. El ecológico sustituye estos ingredientes por otros naturales, que cumplen una normativa muy estricta para que el producto sea considerado ecológico.
Conociendo los ingredientes de los cosméticos puedes realizar un consumo más acorde con tus necesidades, cuidando tu piel y tu organismo, sin dejar de lado un aspecto muy importante como es el consumo responsable.